
Wall•E graba audio de su película favorita, poniéndola en su propia grabaadora digital (pasandose cualquier DRM que tenga la fuente original). Un delito bajo la ley C-61 de Copyright de Canada.
Wall•E guarda el archivo, y lo escucha de forma repetida. También un delito bajo la ley C-61 de Copyright de Canada.
Wall•E comparte su música con otro robot, que también es un delito bajo la ley C-61 de Copyright de Canada.
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